Reavivando nuestro amor - Pasión desbordada

Llegué a casa y vi luces apagadas, me pregunté donde estabas, no te vi en la sala, tomé camino a nuestra alcoba y estabas acostada en la cama, rozagante, lucias tan sexy haciendo movimiento muy sugestivos para mi, estuviste esperando mi llegada, de inmediato hiciste que mi mente volará y creará todo un universo. Con una voz suave pero a la vez muy sensual me pediste que me acercara, no dude en hacerlo, mi cuerpo sentía tu llamado, me tomaste de la mano atrayéndome hacia ti, mientras te acercabas te miraba con unas ganas gigantes de hacerte mía, tanto que con mis ojos podía desnudarte, tú lo notaste y tú reacción fue morder tus labios, acto seguido frotaste tus pechos sobre mi haciendo círculos con ellos, eso hizo subir más mi temperatura y no tengo idea en que momento aparte de mí la ropa que traía, fue una acción tan imperceptible para ambos.
Aquella habitación fue testigo de la más pura muestra de amor, pasión, deseo, fusión de almas y cuerpos, caricias acompañada de besos cálidos y delicados para luego transformarse en un frenesí mordiscos candentes.
Mis manos y las suyas parecían manejarse solas, tenían alma propia pues sabían lo que debían hacer. Tu espalda y la silueta de tu cuerpo acompañada de tus curvas eran la excusa perfecta para colonizarte y hacerme poseedor de tu tesoro, tú no te quedabas pues tú boca era la esencia misma del placer, era un detonante para que todo de mí reaccionara como un volcán, sabias exactamente como jugar con ella. 
-"Oh bendita excitación, hasta mis poros te pedían a gritos, me sentía como Christian Grey haciendo lo que jamás pensé con un mujer... Tú que me conoces más que nadie en el mundo, tu que sabes y conoces todos mis pensamientos, los más ardientes, pecaminosos, primitivos e instintivos, tienes el don de sacarlos a flote".
-"Mira mi amor como me pones... Sigue moviéndote de esa manera, continua con esa labor salvaje, hemos tocado el cielo con las manos. Somos la perfección en la cama".
En una noche recorrimos juntos todas las facetas del amor y la unión de cuerpos, volvimos a aquellas épocas cuando apenas éramos novios y nuestra flama era constante, desde ese momento decidimos no dejar apagar esa luz que creíamos extinta, cada día nos íbamos a sorprender y a tener exóticos encuentros sexuales, vivir fantasías como solía ser. Al finalizar esa hermosa noche, quedamos exhaustos pero felices, con la promesa que cada día sería diferente, diciéndote lo mucho que te amaba, diciéndome que me amabas como jamás lo habías hecho, abrazados como si jamás nos fuéramos a separar, con tu rostro en mi pecho, mis manos envolviendo tus caderas y con una sonrisa que nos iluminaba, así culminó una noche maravillosa que comenzó como una propuesta para sorprenderme... Gracias!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi Dulce Poesía

Confesiones del corazon

Pensamiento#10