Papel y lapiz

Que es vivir sin amar y amar sin creer en lo imposible, ver con tus ojos sin sentirlo con tu alma, hacer las cosas pero sin creer que puedes lograrlo, hablar de paz mientras haces la guerra, tratar de cuidar a los demás descuidandote a ti mismo... Esta es la paradoja eterna de la vida.

Las únicas curvas que necesito recorrer son las tuyas, las únicas cumbres que quiero contemplar están en la majestuosidad de tu cuerpo, los únicos manantiales que deseo ver están en tus cristalinos ojos y la única puerta que deseo abrir está en tu corazón que es la entrada a tu alma.

Si mi voz fallara tendrías mis ojos para observarte, si mis ojos se cierran, tendrías mis manos para sentirme, si mi cuerpo no respondiera, tendrías mi corazón que seguiría latiendo por ti y si el dejara de moverse mi alma te acompañará eternamente amada mía.

Ojalá  tu  voz fuese mi guía y me dejara llegar a ti, que tus ojos atravesarán mi pecho y vieran la calidez de alma, que el cúmulo de tus pensamientos se conectarán a mí como un canal directo a nuestros mayores deseos, sueños y anhelos, que tú manos siempre estén presentes para que jamás vuelva a caer.

Ciertamente vivo de recuerdos, de un pasado que jamás volverá y mientras tú eres feliz yo aún me ahogo en mis penas y sufrimientos, respirando pero no viviendo, usando esta fachada alegre y fuerte cuando soy tan frágil como un cristal, esa es mi tragedia personal, mi muro de los lamentos y aún en la espera de quien me complemente y me saque de esa oscuridad que persiste en hacerme compañía por mucho más tiempo. Mi corazón confesó su agonía dejando ver esa triste melodía.

La pasión en mi murió como la flama que se apagó por la falta de oxígeno. Estoy tan fuera de sí que no se si respiro o solo es un simple reflejo de mi ser. Mi realidad es solo una mentira de mí cerebro para mantenerme cuerdo. Tal vez estás palabras solo son el desvarío de una mente fragmentada, aquella que ha sido reconstruida miles de veces y ha dejado secuelas que impiden llegar a una estabilidad emocional adecuada. La locura solo sería un alivio temporal y la paz de mi ser es tan solo una leyenda o más bien una mera utopía para no caer. Estoy en un constante frenesí, lleno de desesperación  por no saber si algún día encontraré mi momento, mi lugar, mi libertad y alejarme por siempre de estas cadenas que no me dejan avanzar.