¡¡Es real!

Más allá de la distancia y el tiempo, más allá de todo prejuicio y egoísmo, más fuerte que cualquier barrera, más unidos de lo que jamás imaginamos.

Lo respiramos, es como sentir el aliento cerca de nuestros cuellos, exhalando este sentimiento con cada bocanada y cada palabra dicha.

No es invención o un espejismo, es nuestra carne que manifiesta este amor, es nuestro pensamiento que edifica este sentir, nuestros corazones que lo bombean tras cada palpitar.

Llegó para quedarse, está aquí para eferrarse a aquel deseo de hacerlo visible, de crear vida con el y volverlo infinitamente mágico.

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